El efecto Vilanova

8 12 2011

«Valorad lo que tenéis porque nunca sabes cuándo llega tu momento». Lo dice alguien que ha regateado al fantasma del siglo XXI, que ha driblado una operación fugaz, que se ha recuperado a tiempo para convertirse en un ejemplo más, en una motivación extra para su equipo. Esa reflexión pertenece a ‘Tito’ Vilanova, el segundo entrenador del FC Barcelona, que ha superado la intervención en la glándula parótida a la que fue sometido el pasado 23 de noviembre.

Vilanova y Abidal unidos por la superación personal

Convertido en símbolo de una plantilla que ya sabe de lo que va el tema, Vilanova llega en el momento justo. En el momento en que su equipo se va a jugar gran parte de sus posibilidades en el campeonato casero frente al Real Madrid. Un nuevo estímulo camino del Bernabéu, un nuevo golpe de efecto con el que relativizar el mundo futbolístico y apremiar a los valores que han convertido al equipo de Guardiola en un conjunto de leyenda.

Porque Vilanova es algo más que el hombre a quién Mourinho metió el dedo en el ojo. Con el portugués volverá a reencontrarse cuatro meses después, aunque aquel recuerdo se ha diluido ante la sucesión de acontecimientos. Tito es la mano derecha de Pep, el encargado, según cuentan, de dotar de pausa el volcánico (aunque siempre políticamente correcto) carácter de Guardiola. El enlace entre Pep y la plantilla, el hilo conductor del mensaje. 

Y los mensajes que más calan son los que apelan a los sentimientos, los que erizan la piel, los que se dirigen directamente al corazón. Esa fue la intención ayer de Tito Vilanova, cuando en su reincorporación a los entrenamientos, transmitió personalmente su experiencia vital a una plantilla que le esperaba con los brazos abiertos. Fue él quien les animo a ellos, una bofetada de realidad que algunos ya han recibido, como Eric Abidal.

Especialmente significativo fue el abrazo en el que se fundieron el defensa galo y el segundo técnico azulgrana. Ambos saben a qué huele el abismo, ambos conocen el sabor de las segundas oportunidades. Bajo el efecto Abidal se reinventó el Barça la temporada pasada para alcanzar la gloria. Ahora, buscan repetir la historia con el ‘refuerzo’ de otro de sus actores secundarios sobre el papel, en realidad, uno de los líderes dentro del vestuario y con el Paseo de la Castellana como pasarela de gala.

A la fuerza de Vilanova, a su voluntad inquebrantable y a su imagen en el banquillo del Santiago Bernabéu se aferrarán los azulgrana para trasladar al verde todo su ideario, toda su filosofía de vida. En frente, el mejor Real Madrid de los últimos años, en la segunda temporada de Mourinho, con el conjunto blanco liderando la clasificación con tres puntos de ventaja y un partido menos. Guardiola ya tiene su reto y los culés el efecto con el ganar la guerra psicológica en las horas previas al Clásico. Ha llegado el momento.