El Rey en la ETB

21 12 2009

Decíamos aquí hace no mucho tiempo que la normalidad se va apoderando poco a poco, sin prisa pero sin pausa del País Vasco. Hoy hemos tenido otra muestra, la ETB, la Televisión Pública Vasca retransmitirá el discurso navideño de SM Don Juan Carlos del próximo 24 de diciembre. Será a través del segundo canal autonómico por el que los vascos puedan ver por primera vez en la historia el mensaje navideño. Así lo ha anunciado Arturo Surio ante la Comisión del Parlamento Vasco. El acuerdo ha sido ratificado esta tarde por el Comité de Dirección.

El mensaje navideño del Rey se verá a través ETB-2

La decisión se tomó el pasado viernes, cuando el Comité de Dirección de la ETB  resolvió que este año se emitiría por primera vez el mensaje del Rey.  Mañana será comunicado al Consejo de Administración del ente público. Su inclusión en la parrilla de programación era una facultad de la Dirección del ente que, hasta ahora nombrada a propuesta del PNV, no lo había considerado oportuno.  Surio lo ha justificado como un «gesto de normalidad institucional y de respeto» y que responde a un pronunciamiento anterior del Parlamento Vasco que instaba a la Dirección del ente a emitir este menaje.

Surio ha insistido en que la emisión de este mensaje tiene «mucho que ver con el servicio público» que debe dar un medio de comunicación público que, además, debe defender las instituciones y el marco que «ha permitido el autogobierno y garantiza las libertades».  No obstante, Surio es consciente de que esta decisión levantará ampollas, ya las ha levantado y por ello recuerda que ningún vasco tiene la obligación de ver el mensaje navideño del Rey.

Y es que en las posiciones críticas ha existido un punto de desproporción y exageración, acomodándose en el manido argumento de la falta de pluradidad, sobre todo por parte de los partidos nacionalistas que rápidamente han puesto el grito en el cielo, por un acto que debería entenderse desde la más pura normalidad. Como un ejercicio más de salud democrática, porque aquí al contrario que otros nadie pone una pistola en el pecho o en la cabeza, o amenaza a nadie para ver un simple mensaje navideño. Hay libertad, por tanto, para no verlo.